Marino intentó ingresar chips a la cárcel regional ocultos en un libro con portada bíblica
Juez ordenó prisión preventiva; el procesado denuncia violencia dentro del reclusorio
Un marino de 21 años fue detenido el pasado 6 de julio tras intentar ingresar 16 chips de telefonía móvil al Centro de Rehabilitación Social del Guayas, conocido como la cárcel regional de Guayaquil. Los dispositivos estaban ocultos en el interior de un libro con apariencia religiosa, durante el relevo de personal de las Fuerzas Armadas.
Descubrimiento durante revisión de rutina
Según el parte policial, el hallazgo se produjo cerca de las 11:00, cuando la agente Erika V., encargada del control en el “filtro 2 peatonal”, detectó una mochila con alimentos y un libro de color verde, cuyo título era: "El que tiene oídos, ¡oiga!". En medio de las páginas se hallaron doce chips de la operadora CNT y cuatro de Tuenti.
El uniformado Josué P. M., quien se identificó como propietario de la mochila, fue detenido de forma inmediata por tratarse de un delito flagrante. La Fiscalía lo acusó por ingreso de artículos prohibidos a centros de rehabilitación social, delito sancionado con una pena de uno a tres años de prisión.
Se acogió al silencio; pidió medidas alternativas
Durante la audiencia de formulación de cargos, Josué se acogió a su derecho al silencio. Su abogado defensor, David Ayala, solicitó medidas sustitutivas a la prisión preventiva argumentando que el joven no tiene antecedentes penales y “recién empieza su vida militar”.
Sin embargo, el juez Carlos Redwood, de la Unidad Judicial de Garantías Penales de delitos flagrantes, determinó que existen “elementos de convicción claros” para mantener la medida privativa de libertad y fijó 30 días de plazo para la instrucción fiscal.
Alega ser víctima de violencia en prisión
Desde el centro penitenciario, el joven marino solicitó una audiencia para revisar la medida cautelar, asegurando que ha sido víctima de violencia sexual, física y psicológica durante los primeros 15 días de reclusión.
Su nuevo abogado, Armando Madero, argumentó que no se ha determinado aún responsabilidad penal y citó el artículo 35 de la Constitución, que garantiza atención prioritaria a personas privadas de libertad en situación de vulnerabilidad.
“El señor Josué P. M. está pagando una deuda social, pero al mismo tiempo es víctima de graves vulneraciones. Esta situación le ha dejado huellas muy profundas y difíciles de superar”, afirmó Madero.
El juez ha convocado una audiencia de revisión de medidas cautelares para el miércoles 30 de julio de 2025, a las 10:00, donde se evaluará si el detenido puede enfrentar el proceso bajo una medida distinta a la prisión.
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