La Tierra girará más rápido en los próximos meses y los días serán más cortos
Las fechas destacadas son el 9 de julio, 22 de julio y 5 de agosto, días en los que la Tierra girará ligeramente más rápido de lo normal
Redacción Catomedia
La Tierra no gira siempre a la misma velocidad. Aunque durante siglos asumimos que cada día tiene exactamente 24 horas, la realidad es que el planeta experimenta variaciones milimétricas en su rotación. Este 2025, según reportes de medios científicos como Live Science, la rotación terrestre se acelerará en ciertas fechas específicas, acortando los días hasta en 1.51 milisegundos.
¿Cuándo ocurrirá y por qué?
Las fechas destacadas son el 9 de julio, 22 de julio y 5 de agosto, días en los que la Tierra girará ligeramente más rápido de lo normal. ¿La causa? Un efecto gravitacional lunar. La posición de la Luna respecto al ecuador terrestre juega un papel clave: cuando se aleja de esta línea imaginaria y se acerca a los polos, altera el equilibrio de fuerzas que mantienen el ritmo del planeta.
Este comportamiento puede explicarse con una analogía sencilla: imagine una peonza girando, y cómo su velocidad cambia dependiendo del punto desde el cual se le da impulso. De manera similar, cuando la Luna se desplaza hacia regiones más alejadas del ecuador, ejerce una fuerza desequilibrante que acelera levemente el giro del planeta.
Aunque estas diferencias son imperceptibles para los seres humanos —un milisegundo representa solo una milésima de segundo— los científicos pueden medirlas con gran exactitud gracias a relojes atómicos y satélites geoestacionarios.
Un fenómeno que no es nuevo
Si bien el fenómeno se destaca por su precisión y rareza, no es la primera vez que se registra. De hecho, el 5 de julio de 2024 se documentó el día más corto de la historia moderna, con una duración reducida en 1.59 milisegundos.
Desde hace décadas, los científicos observan cómo la rotación terrestre experimenta oscilaciones, producto no solo de factores cósmicos, sino también de la actividad humana y el cambio climático.
La influencia del cambio climático en el giro terrestre
Un hallazgo revelador de la NASA indica que entre los años 2000 y 2018, el movimiento de agua subterránea e hielo derretido desplazado hacia los océanos aumentó la duración de los días en aproximadamente 1.33 milisegundos por siglo.
Este fenómeno ocurre debido a que el reparto de masa en el planeta influye en la rotación. Cuando hay más masa concentrada en ciertas regiones, el “efecto giroscópico” de la Tierra cambia, lo que modifica su velocidad de rotación, así como el eje sobre el que gira.
En otras palabras: el derretimiento de los polos, los movimientos tectónicos y la redistribución del agua en la Tierra afectan directamente cómo y cuán rápido gira el planeta.
¿Qué implica esto para el mundo?
Desde el punto de vista científico y técnico, aunque estos cambios sean microscópicos, tienen un impacto real y medible en distintas disciplinas:
1. Tecnología satelital y sistemas de navegación
Los sistemas GPS, satélites meteorológicos y otros dispositivos espaciales requieren extrema precisión para funcionar correctamente. La variación de milisegundos puede afectar cálculos de posicionamiento, por lo que las agencias espaciales deben ajustar constantemente sus sistemas.
2. Medición del tiempo oficial
El Tiempo Universal Coordinado (UTC), utilizado en todo el mundo para sincronizar relojes, se ajusta periódicamente con lo que se conoce como "segundos intercalares". Estos segundos se añaden o eliminan para mantener la coherencia entre el tiempo atómico y el tiempo solar. La aceleración actual podría derivar, eventualmente, en la necesidad de restar un segundo intercalar, algo que nunca antes se ha hecho.
3. Estudios geofísicos
Estas variaciones permiten a los científicos estudiar la dinámica interna del planeta, incluyendo el movimiento del núcleo terrestre, las capas del manto y la interacción con las fuerzas externas como la atracción lunar y solar.
¿Podemos sentir que los días se acortan?
En términos prácticos, no. La diferencia de 1.3 a 1.5 milisegundos es demasiado pequeña para ser percibida por los sentidos humanos o afectar directamente nuestras rutinas. No se notará en relojes comunes ni en la luz solar.
Sin embargo, estas variaciones se suman con el tiempo, y por eso es importante para los astrónomos, geofísicos y climatólogos monitorearlas con precisión.
El futuro: ¿más rápido o más lento?
Uno de los grandes debates científicos actuales gira en torno a la pregunta: ¿la Tierra seguirá acelerándose o se ralentizará? La respuesta no es definitiva.
En promedio, el planeta ha ido girando más lentamente a lo largo de los siglos. Se estima que hace 1.400 millones de años, un día duraba apenas 18 horas. Esto se debe, en gran parte, a la fricción de las mareas provocada por la Luna, que frena gradualmente la rotación del planeta.
Sin embargo, en las últimas décadas, se han registrado períodos de aceleración inusuales, lo que ha generado inquietud e interés en la comunidad científica. Muchos especialistas creen que la interacción entre el núcleo interno de la Tierra y el campo magnético podría estar jugando un papel clave, aunque aún faltan estudios concluyentes.
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