Ecuador inicia proceso de extradición del líder de Los Choneros a EE. UU.
El pedido formal de extradición fue enviado por Estados Unidos a la Corte Nacional de Justicia, y el Gobierno ecuatoriano espera concluir el trámite en menos de un mes. El cabecilla criminal podría aceptar su traslado.
Redacción Catomedia
El pasado martes 9 de julio de 2025, el Gobierno ecuatoriano anunció oficialmente que ha recibido el pedido formal de extradición del líder del grupo delictivo Los Choneros, José Adolfo Macías Villamar, alias "Fito", por parte de Estados Unidos. La solicitud fue enviada a la Corte Nacional de Justicia (CNJ), que confirmó que dará prioridad al trámite.
La noticia fue dada a conocer por el ministro del Interior, John Reimberg, quien se pronunció a través de redes sociales con un mensaje directo:
"Como lo ofrecimos, cumplimos. Hoy, gracias a un marco legal que lo permite, y la buena relación de este gobierno con los Estados Unidos, hemos recibido formalmente el pedido de extradición de José Adolfo Macías, alias Fito. El crimen organizado ya no tiene aliados ni escondites. Vamos a terminar lo que empezamos, hasta decir: Buen viaje, Fito”.
¿Quién es alias “Fito”?
José Adolfo Macías Villamar es considerado uno de los criminales más peligrosos de Ecuador. Tiene una condena acumulada de 34 años de prisión por delitos como narcotráfico, asesinato y delincuencia organizada, dictada desde el año 2011.
Durante años lideró desde prisión al grupo delictivo Los Choneros, vinculado al tráfico internacional de drogas, homicidios por encargo, extorsión, lavado de activos y contrabando de armas. En abril de 2024, mientras estaba prófugo, fue formalmente acusado por la justicia estadounidense de siete delitos federales, incluyendo:
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Conspiración para la distribución internacional de cocaína.
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Distribución internacional de cocaína.
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Uso de armas de fuego para promover el narcotráfico.
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Contrabando de armas desde EE.UU.
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Conspiración para la compra de armas a través de testaferros.
La fuga, la recaptura y el colapso de su red
Fito se fugó de la Cárcel Regional de Guayaquil en enero de 2024, en medio de un escenario caótico de violencia penitenciaria. Desde entonces, se convirtió en el delincuente más buscado del país, e incluso fue incluido en listas de la DEA (Administración de Control de Drogas de EE.UU.).
Fue finalmente capturado el 25 de junio de 2025, tras un operativo ejecutado por fuerzas especiales del Estado. El criminal se ocultaba en un búnker subterráneo en una finca entre Montecristi y Manta, provincia de Manabí. Según el Ministerio del Interior, Fito se rindió al verse rodeado y al temer que el uso de maquinaria pesada colapsara su escondite.
Desde entonces fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil.
Un proceso de extradición que podría tardar menos de un mes
Con la solicitud formal enviada por el Gobierno de Estados Unidos, ahora corresponde a la Corte Nacional de Justicia avanzar en el trámite de extradición, en coordinación con la Cancillería y otras instancias judiciales.
El ministro Reimberg señaló en entrevista con radio La Poderosa que el proceso podría resolverse en menos de un mes, siempre que exista la voluntad del acusado de aceptar su traslado.
“Yo creo que él aceptaría la extradición a Estados Unidos. Él ha dicho que teme por su vida en Ecuador. Aunque no hay que creer todo lo que dice, esa podría ser una motivación real”, expresó.
Según el procedimiento, Fito debe comparecer ante una audiencia judicial en la que debe aceptar voluntariamente su extradición. De ser así, el trámite podría agilizarse. En caso de oponerse, se requeriría de una resolución judicial que, aunque no interrumpiría el proceso, podría extenderlo.
Las investigaciones no se detienen en Ecuador
Pese al posible traslado de alias Fito a EE.UU., las investigaciones por lavado de activos y otros delitos cometidos en Ecuador continúan. Reimberg aclaró que no existe ningún pacto con el criminal y que su captura fue resultado de un trabajo de inteligencia sostenido.
“Esto se demuestra con la captura de sus familiares y el seguimiento a sus redes económicas”, subrayó.
Hasta la fecha, se han ejecutado al menos nueve órdenes de captura contra personas vinculadas a la organización liderada por Macías Villamar. Entre ellas se encuentra su pareja sentimental, quien fue detenida en Guayaquil. Según las autoridades, su cuenta bancaria registró movimientos superiores al millón de dólares. También fueron aprehendidas otras mujeres de su entorno familiar, acusadas de actuar como testaferros para ocultar bienes de origen ilícito.
La Fiscalía ecuatoriana continúa con las indagaciones sobre empresas fachada, cuentas bancarias y bienes inmuebles que habrían sido utilizados para lavar dinero del narcotráfico.
La relación con EE.UU. y el contexto geopolítico
Este proceso de extradición ocurre en un contexto de fortalecimiento de las relaciones entre Ecuador y Estados Unidos en materia de cooperación judicial y lucha contra el crimen transnacional. Durante la administración del presidente Daniel Noboa, el país ha dado pasos firmes hacia una mayor articulación internacional contra el narcotráfico.
La embajada de EE.UU. en Quito ha apoyado activamente iniciativas de seguridad, donaciones de equipamiento para la Policía y capacitaciones para fiscales y jueces en temas de crimen organizado.
El presidente Noboa, en entrevista con CNN, había anticipado su voluntad de colaborar con Estados Unidos:
“Al momento que Estados Unidos nos mande la carta de extradición, con mucho gusto lo enviamos, y que vaya a responder ante la Ley norteamericana. Si es que es hoy, hoy; si es que es mañana, mañana. Lo antes posible sería lo mejor”.
¿Qué implica para Ecuador su extradición?
La extradición de Fito no solo significaría un golpe simbólico y estratégico contra la estructura de Los Choneros, sino que también permitiría a Estados Unidos procesar judicialmente al cabecilla bajo leyes que contemplan penas mucho más severas y en un entorno donde las posibilidades de fuga o corrupción institucional son menores.
Sin embargo, algunos analistas han advertido que la salida de Fito del país no implica el fin del grupo criminal, ya que su estructura continúa operando con líderes intermedios, muchos de los cuales aún están en libertad o se encuentran en otras cárceles.
¿Un mensaje a los demás líderes criminales?
El mensaje del ministro Reimberg no pasó desapercibido: “Buen viaje, Fito”, dijo al confirmar la solicitud de extradición. Una frase que, más allá del sarcasmo, busca enviar una señal clara a otros líderes del crimen organizado: ninguno está a salvo.
El Gobierno ha reiterado que la estrategia de seguridad continuará, no solo con detenciones, sino con investigaciones financieras, desarticulación de redes logísticas y cooperación internacional.
“El crimen organizado ya no tiene aliados ni escondites”, insistió Reimberg. “Estamos comprometidos en terminar lo que empezamos”.
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