Ecuador entrega operación de Coca Codo Sinclair a empresa china a cambio de $400 millones

 Power China asumirá el manejo de la mayor hidroeléctrica del país hasta 2026. El acuerdo se concretó durante la visita oficial del presidente Daniel Noboa a China.


Redacción Catomedia

El Gobierno ecuatoriano firmó un acuerdo histórico con la compañía estatal china Power China, que asumirá la operación y mantenimiento de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (CCS), la más grande del país. A cambio, Ecuador recibirá $400 millones, que ingresarán al fisco hasta diciembre de 2026, anunció este martes la canciller Gabriela Sommerfeld en una entrevista con el canal Teleamazonas.

Este anuncio fue uno de los principales resultados de la visita oficial del presidente Daniel Noboa a China, realizada en el marco de una gira internacional que busca atraer inversiones extranjeras, reestructurar deudas y establecer alianzas estratégicas.

La canciller Sommerfeld aseguró que el convenio fue suscrito por las ministras de Energía, Inés Manzano, y de Finanzas, Sariha Moya, quienes acompañaron al mandatario en la comitiva.

“Hay un acuerdo que se está trabajando y que fue firmado con las ministras de Energía y Finanzas para que esta empresa se haga cargo de lo que es la operación y mantenimiento de Coca Codo Sinclair”, señaló Sommerfeld.

¿Qué implica el acuerdo con Power China?

El convenio con Power China no solo involucra la entrega de los $400 millones, sino que también marca un cambio significativo en la administración de Coca Codo Sinclair, una obra emblemática construida justamente por esta empresa asiática entre 2010 y 2016, durante el gobierno del expresidente Rafael Correa.

Power China, una de las corporaciones energéticas más grandes del mundo, volverá a estar al frente del proyecto, pero esta vez como operadora y no como constructora. Aún no se conocen los detalles sobre la duración del contrato, los términos técnicos ni las condiciones laborales del personal actual de la central.

Sin embargo, el Gobierno ha indicado que esta operación forma parte de una estrategia para fortalecer el sistema eléctrico nacional y aprovechar el conocimiento técnico de China en materia de generación hidroeléctrica.

¿Cómo se distribuirán los $400 millones?

Según Sommerfeld, el monto pactado ingresará a las arcas ecuatorianas en el transcurso de los próximos dos años y medio, hasta diciembre de 2026. Aunque no se ha especificado cómo se utilizarán estos fondos, desde el Ejecutivo se ha señalado que podrían fortalecer el presupuesto estatal, reducir el déficit fiscal y apoyar inversiones en infraestructura energética.

Este acuerdo es parte de una inyección total de $1.000 millones en inversión extranjera directa para el sector eléctrico, que el Ejecutivo ecuatoriano afirma haber conseguido durante la gira por China y España. La vocera del Gobierno, Carolina Jaramillo, explicó el 30 de junio pasado que, de esa cantidad, $400 millones corresponden a Power China para proyectos de energía renovable y almacenamiento.

¿Qué pasará con las fallas estructurales de Coca Codo?

Uno de los puntos clave del acuerdo con Power China es la situación técnica de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que en los últimos años ha sido duramente cuestionada por múltiples fallas constructivas.

Entre 2016 y 2022, informes técnicos de la Contraloría General del Estado y de CELEC EP revelaron la existencia de más de 17.000 fisuras en las turbinas, compuertas, revestimientos y otras partes fundamentales del proyecto. Incluso, expertos advirtieron sobre riesgos para la seguridad operativa de la planta.

Hasta ahora, el Estado ecuatoriano ha mantenido una disputa legal con Sinohydro, la empresa constructora original (subsidiaria de Power China), por la garantía de reparación de estos daños. Se desconoce si el nuevo acuerdo implica algún tipo de condonación o cierre de esos reclamos.

La canciller Sommerfeld no se refirió directamente al tema de las fisuras, pero mencionó que la empresa china brindará también “asistencia técnica para optimizar los planes maestros de energía” del país, lo que podría incluir mejoras estructurales en Coca Codo Sinclair.

Una hidroeléctrica clave para Ecuador

Coca Codo Sinclair es una de las obras de infraestructura más grandes del país, con una capacidad instalada de 1.500 megavatios (MW). Se ubica entre las provincias de Napo y Sucumbíos, en la región amazónica, y aporta más del 30 % de la generación eléctrica nacional.

Fue construida con financiamiento chino, a través de un crédito de $1.700 millones del Eximbank de China, bajo un modelo de contratación directa. Desde su inauguración en 2016, ha sido objeto de elogios por su aporte energético, pero también de severas críticas por los problemas técnicos y la falta de transparencia.

En abril de 2023, el entonces ministro de Energía, Fernando Santos Alvite, calificó a Coca Codo como “una bomba de tiempo” y advirtió que requería intervenciones urgentes.

Un nuevo giro en las relaciones Ecuador-China

El nuevo convenio marca también un punto de inflexión en la relación entre Ecuador y China, país que ha sido el principal financiador de megaproyectos ecuatorianos en la última década.

La administración de Daniel Noboa busca relanzar esa relación bajo un enfoque más estratégico, centrado en atraer inversión extranjera directa, cooperación tecnológica y acuerdos de beneficio mutuo.

La propia canciller Sommerfeld ha dicho que la gira presidencial incluyó acuerdos en materia de educación, telecomunicaciones, energía y comercio, y que próximamente se firmarán convenios para el acceso preferencial de productos ecuatorianos al mercado chino.

El interés de China en el sector energético ecuatoriano no es nuevo, pero la cesión de la operación de una hidroeléctrica ya construida sí representa una modalidad novedosa de asociación público-privada.

Reacciones divididas

Aunque aún no se ha publicado el texto íntegro del acuerdo con Power China, las primeras reacciones en redes sociales han sido mixtas. Algunos sectores aplauden la inyección de recursos y el posible alivio fiscal que representa, mientras otros advierten sobre una posible pérdida de soberanía energética o un eventual “blanqueamiento” de responsabilidades sobre las fallas estructurales de la planta.

Expertos como el exministro de Energía, Carlos Pérez, han señalado en entrevistas previas que la prioridad debe ser garantizar que las fisuras sean reparadas adecuadamente antes de cualquier nueva cesión operativa.

¿Quién vigilará la operación?

Uno de los aspectos que más preocupa es quién fiscalizará técnicamente la gestión de Power China sobre Coca Codo Sinclair. En el pasado, organismos como CELEC y la Contraloría han cuestionado la supervisión y control de obras de gran magnitud.

El Gobierno no ha detallado aún si habrá una agencia nacional o internacional de verificación técnica independiente, ni si se contempla algún tipo de rendición de cuentas periódica sobre el estado de la planta y su producción energética.

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