Docente se arrastró con la pierna rota por la vía Perimetral para pedir ayuda tras ser secuestrado y baleado
Christian Macías, catedrático universitario, fue secuestrado por falsos pasajeros, agredido y abandonado con un disparo en la pierna.
Redacción Catomedia
Guayaquil. La noche del martes 1 de julio se convirtió en una pesadilla para Christian Macías, un docente universitario de ingeniería química, quien fue secuestrado, golpeado y baleado en la pierna mientras trabajaba en una actividad adicional para generar ingresos para su familia.
El catedrático había tomado una carrera mediante un aplicativo de transporte en línea, aproximadamente a las 22:00, en el sur de Guayaquil. Al llegar al primer punto solicitado, los pasajeros —tres hombres y una mujer— lo amedrentaron y lo obligaron a pasarse a la parte trasera del vehículo.
Secuestro y violencia extrema
Según relató Evelin Valencia, esposa del docente, la mujer que formaba parte del grupo criminal tomó el volante, mientras el resto lo mantenía retenido, amenazándolo con un arma.
Durante 30 minutos, el profesor fue agredido de manera brutal: recibió golpes en todo el cuerpo, le metieron los dedos en los ojos y le aplastaron la cabeza contra el interior del auto. En medio del forcejeo, mientras se cubría el rostro para protegerse, recibió un disparo en la pierna.
Tras el ataque, los agresores lo dejaron maniatado de pies y manos en una zona de la vía Perimetral, a la altura del sector de Los Ceibos, y huyeron del lugar.
Un acto de supervivencia increíble
Pese al dolor y la gravedad de la herida, Christian se arrastró aproximadamente seis metros, completamente atado, para acercarse al borde de la vía y pedir ayuda a gritos durante casi dos horas, hasta que un taxista lo vio y decidió auxiliarlo.
“Si la intención era llevarse el carro, no tenían que dispararle. Él se aferró a la vida porque estaba maniatado, baleado y se arrastró hasta que alguien lo pudo ayudar”, relató su hermano Orlando Macías, conmovido por el instinto de supervivencia de su familiar.
El conductor que lo rescató llamó a una ambulancia y a la Policía, y acompañó a Christian hasta una casa de salud, donde se activó la atención de emergencia.
Derivado por falta de espacio en hospital del IESS
En un primer intento, el docente fue llevado al hospital del IESS de Los Ceibos, pero debido a la falta de espacio, fue trasladado de inmediato al hospital Teodoro Maldonado Carbo, en el sur de la ciudad.
Desde la madrugada del miércoles 2 de julio, Christian permanece internado en ese centro médico, donde fue sometido a una primera intervención quirúrgica.
Diagnóstico: fractura multifragmentaria de fémur
El impacto de la bala en la pierna izquierda le provocó una fractura multifragmentaria diafisiaria del fémur, es decir, el hueso se destrozó en varios pedazos.
Afortunadamente, el proyectil no alcanzó una arteria principal, lo que evitó una hemorragia que podría haber sido fatal. Sin embargo, llegó con una infección severa, que debió ser estabilizada de inmediato para evitar una amputación.
En la cirugía de emergencia, se le colocaron tutores externos —dispositivos que sostienen el hueso mientras sana— y se realizó una reconstrucción parcial del músculo afectado.
Se necesita una segunda cirugía para salvar su pierna
Según explicó su esposa, la recuperación del profesor requiere una segunda intervención quirúrgica de alta complejidad, cuyo valor estimado es de $20.000. Esta operación permitiría recuperar la funcionalidad de la pierna y ofrecerle la posibilidad de volver a caminar tras una larga rehabilitación.
“Lo que buscamos es que se acelere la derivación a una clínica, a un prestador que pueda hacerse cargo de la operación que se requiere. Sale de nuestras manos cubrir un monto así”, señaló Evelin Valencia.
La familia ya ha iniciado los trámites para la derivación médica, pero los tiempos burocráticos podrían poner en riesgo la evolución de la lesión si no se actúa con rapidez.
Solidaridad y ayuda urgente
Mientras esperan respuesta del sistema de salud, los familiares han comenzado a difundir imágenes en redes sociales con el objetivo de unir esfuerzos por la recuperación del docente.
Cada día, según comentó su hermano, deben gastar cerca de $100 en insumos y medicamentos, que son requeridos para el tratamiento diario del paciente. Esto, sumado a la angustia por el futuro médico y económico de Christian, ha llevado a sus allegados a buscar ayuda pública y privada para cubrir los gastos.
“Esperamos que alguna clínica se pronuncie y tome el caso a cargo. La operación le permitiría retomar su vida, aunque tendrá que pasar por una rehabilitación de casi un año”, comentó su hermano Orlando.
Denuncia formal y pedido de justicia
La familia ya presentó la denuncia correspondiente ante las autoridades. Sin embargo, hasta el momento no se ha confirmado la detención de los agresores ni la recuperación del vehículo.
El caso genera profunda indignación, no solo por el nivel de violencia ejercido contra un trabajador honesto que realizaba una labor adicional para sostener a su familia, sino también por la falta de seguridad en los sistemas de transporte por aplicaciones móviles, una situación que se repite con frecuencia en ciudades como Guayaquil.
El caso de Christian Macías no solo evidencia la crisis de seguridad que vive el país, sino también la fortaleza de un hombre que, pese a haber sido brutalmente atacado, luchó por vivir.
“No cualquiera hubiera salido de allí, se hubiera arrastrado con la pierna rota, con el dolor. Un ángel se compadeció de él y lo ayudó”, recordó su hermano.
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