Ataques múltiples en Manta: policía y agente penitenciario entre las víctimas de ataques armados

Los crímenes ocurrieron el 17 de julio y se suman a una jornada marcada por múltiples asesinatos en Manabí



Redacción Catomedia

La violencia no da tregua en la provincia de Manabí, donde la noche del jueves 17 de julio  se vivió una nueva jornada marcada por el terror. Varios ataques armados, algunos de ellos simultáneos, sacudieron al distrito Manta, que también abarca los cantones de Montecristi y Jaramijó. Entre las víctimas se encuentran un agente policial, un guía penitenciario y al menos cinco civiles, según confirmaron las autoridades.

Los crímenes, que ocurrieron en distintos puntos del territorio manabita, han encendido nuevamente las alertas sobre el nivel de inseguridad que enfrenta esta zona costera, una de las más golpeadas por la criminalidad organizada en lo que va del año.

Ataque a un policía en Manta

Uno de los hechos más impactantes ocurrió alrededor de las 22:30, en un local de comidas ubicado en la ciudadela 20 de Mayo, en Manta. El cabo primero Jorge Oleas Quinto, miembro activo de la Policía Judicial, fue atacado a quemarropa por varios sujetos armados, quienes le dispararon múltiples veces antes de huir del lugar.

Oleas se encontraba cenando junto a otros compañeros de unidad cuando fue sorprendido por los agresores. Aunque fue trasladado de inmediato a un centro médico cercano, su muerte fue confirmada poco después por los profesionales de salud que lo atendieron.

“Ellos eran agentes de la Policía Judicial. Estaban comiendo cuando fueron atacados con armas largas por varios sujetos. Lamentablemente, uno de ellos resultó afectado”, declaró el comandante de Policía en Manabí, Giovanni Naranjo, durante un pronunciamiento oficial.

Asesinato de un agente penitenciario

Casi al mismo tiempo que se cometía el crimen contra el cabo Oleas, otro hecho violento tenía lugar en el barrio Las Cumbres, también en Manta. Allí fue asesinado un agente del sistema penitenciario, cuya identidad aún no ha sido revelada por las autoridades.

Según los primeros reportes, el servidor público fue interceptado por hombres armados que le dispararon en varias ocasiones mientras transitaba por la zona. Aunque las circunstancias del crimen están siendo investigadas, preliminarmente se descarta que el hecho haya sido fortuito, debido a la modalidad y precisión del ataque.

Tampoco se ha especificado a qué centro penitenciario estaba adscrito el funcionario asesinado, pero fuentes extraoficiales indican que trabajaba en una cárcel de Manabí, posiblemente en el Centro de Rehabilitación Social de Bahía de Caráquez o en el de Portoviejo.

Masacre en Montecristi: cinco muertos

La noche sangrienta comenzó minutos antes, cuando se reportó una masacre en la parroquia Leonidas Proaño, del cantón Montecristi. En ese lugar, un grupo armado abrió fuego contra varias personas, matando a cinco de ellas.

Las víctimas se encontraban en una reunión social en una vivienda del sector cuando fueron atacadas sin previo aviso. Los agresores utilizaron armas largas, según testigos, y se retiraron en vehículos que los esperaban a pocos metros de la escena.

Hasta el cierre de esta edición, la Policía no ha brindado información detallada sobre las identidades de los fallecidos ni sobre los posibles móviles del ataque. Sin embargo, se presume que el hecho estaría relacionado con disputas entre organizaciones criminales que operan en la provincia.

Reacción de las autoridades

Los ataques han generado una nueva ola de temor entre los habitantes de Manta y Montecristi, que en lo que va del año han sido escenario de más de 250 muertes violentas, según datos de la Policía Nacional.

El comandante Giovanni Naranjo confirmó que se ha desplegado personal especializado de inteligencia e investigación criminal para esclarecer los hechos y dar con los responsables.

“Estamos analizando los nexos entre los hechos ocurridos anoche. Los equipos tácticos ya están operando en el territorio. Esto no quedará en la impunidad”, aseguró Naranjo.

Por su parte, el Gobierno Nacional aún no ha emitido un pronunciamiento oficial, aunque se espera que en las próximas horas el Ministerio del Interior o el propio presidente Daniel Noboa se refieran a esta nueva jornada de violencia, que se suma a los ataques registrados días antes en la misma provincia.

Contexto de violencia estructural

La situación en Manabí, y especialmente en el distrito Manta, forma parte de un contexto más amplio que involucra la declaración de conflicto armado interno vigente desde enero de 2024. Esta medida fue tomada por el Ejecutivo con el fin de enfrentar a bandas criminales consideradas como grupos terroristas, entre ellas Los Lobos, Los Choneros, Los Tiguerones y Los Lagartos.

Desde entonces, el país ha vivido una escalada de violencia sin precedentes. En los primeros seis meses de 2025, Ecuador ha registrado un promedio de una muerte violenta por hora, con una concentración preocupante en las provincias de Manabí, Esmeraldas, Guayas y Los Ríos.

Los ataques a servidores públicos, como policías, militares y agentes penitenciarios, se han incrementado notablemente, al igual que los atentados con explosivos, secuestros exprés y ajustes de cuentas entre bandas rivales.

Oleada de homicidios en Manta

La noche del 17 de julio no fue un caso aislado. Solo en esa jornada se reportaron más de diez muertes violentas en Manta y sus alrededores. Estas cifras se suman a la masacre ocurrida el mismo día en la vía a San Mateo, donde fue asesinado Leonardo Briones, presunto cabecilla del grupo delictivo Los Lobos, junto a su pareja y dos custodios.

Tras ese hecho, se registraron disparos, lanzamiento de granadas y otras acciones violentas en varios puntos de la ciudad, lo que ha llevado a los residentes a vivir bajo un estado de constante zozobra.

Impunidad y crimen organizado

Uno de los elementos más alarmantes es la posible coordinación entre ataques y la capacidad logística que demuestran los grupos armados. La simultaneidad de los atentados sugiere una planificación estructurada, con el fin de sembrar terror y de disputar territorios estratégicos en la costa ecuatoriana.

Los criminales no solo demuestran poder de fuego, sino también acceso a información privilegiada, capacidad para infiltrarse en instituciones del Estado y dominio sobre ciertas zonas urbanas y rurales.

Llamado a acciones urgentes

Frente a este panorama, organizaciones ciudadanas y colectivos de derechos humanos han exigido que el Gobierno refuerce la seguridad en Manabí, y que los operativos militares y policiales vayan acompañados de políticas sociales, justicia eficiente y protección a la población vulnerable.

También se ha planteado la necesidad de una reforma profunda del sistema penitenciario, ya que muchas de las órdenes para cometer estos crímenes provienen desde los centros de reclusión, convertidos en centros de comando criminal.

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